He vuelto

No somos 3. Somos 300.

Hace mucho que no escribimos, y hay muchísimas cosas que contar. Pero antes de poner el blog al día, debemos de entregarnos a la labor de dedicarle esta entrada a nuestras familias, que han venido a vernos estos 3 días.

Debemos dedicárselo a Yolanda, a Fátima, a Álvaro, a Almudena y a Carmela, por parte de Pedro.

A Mari Carmen y a Vicente por parte de Pelayo.

Y, por su puesto, a Mª José, mi madre, que ha venido sola para poder estar conmigo.

A todos vosotros, gracias, porque sin vosotros no habríamos podido llegar hasta aquí y luchar contra la adversidad con el valor de 100 hombres cada uno. Y permanecer en pie.

Porque cuando vinimos, dispuestos a enfrentarnos a esta gran aventura, supimos que jamás estaríamos solos. Que en cada batalla nuestra fuerza sería la de todos los que siempre nos apoyaron, los que siempre estaréis con nosotros.

Y en la victoria, nuestra gloria, sería también la vuestra. Y nuestra sonrisa, también se dibujaría en vuestras caras.

Porque cuando sólo nos quedamos 3 bustareños en Londres, sabíamos que no estaríamos solos. Que, en realidad, éramos muchos más.

Porque gracias a vosotros no somos 3. Somos 300.

Y ahora que habéis venido para recordárnoslo, para darnos otro poquito de vuestras fuerzas, de vuestras esperanzas en nosotros mismos, y de vuestro amor; sólo queda mirar al frente, y no tener miedo al largo camino que nos queda por recorrer. Y que, juntos, recorreremos.

Porque los bustareños jamás se retiran.

Los bustareños jamás abandonan.

Así lo dice la ley bustareña, y así lo haremos.

Gracias por venir.

Revientas

Si bien es cierto que no sólo no estamos aprendiendo mucho inglés, sino que además estamos desaprendiendo español, algunas de nuestras expresiones bustareñas empiezan a ahondar entre nuestro círculo de influencias en Londres, por lo que creo que es necesario que las vayáis conociendo antes de que lleguen al resto del mundo a través de algún alto dignatario inglés o algo así.

El caso más claro es el del uso del verbo "reventar" como exaltación de un sentimiento concreto. Dada su naturaleza difusa, dicha palabra puede tener múltiples acepciones (algo así como el "so" o el "get" para los ingleses), por lo que paso a presentar algunos ejemplos de uso:

Vergüenza

"Eso me avergonzaría enormemente" -> "A mí me pasa eso y reviento"

"Acabas de pasar una vergüenza notable" -> "Has reventado"

"Esa mujer está pasando por una situación embarazosa" -> "Esa mujer está reventando"

Enfado

"Tu actitud me resulta molesta" -> "Me estás reventando"

"Tu actitud me está enojando" -> "Te reviento, chaval"

Bueno
"Esa película me parece muy entretenida" -> "Esa peli está que revientas"
"Esa chica está de muy buen ver" -> "Está que revientas"

Cariño

"Me gustaría mantener relaciones sexuales con esa chica" -> "La cojo y la reviento"

"Esa chica tiene una gran experiencia sentimental" -> "Nos coge y nos revienta"

Escatología

"Tengo flatulencias" -> "Estoy que reviento"

"Debo ir al acusado" -> "Estoy reventando"

"Necesito miccionar" -> "Me meo que reviento"

Otras expresiones

"¡Recórcholis!" o "¡Carámba!" -> "¡Revientas!"

"¡Genial!" o  "¡Me congratula!"-> "¡Revientas!"

Para superlativizar el verbo "reventar", podemos utilizar la expresión "entrar en combustión espontánea", pero dado que ya la propia palabra "reventar" es un superlativo, sólo debemos utilizar esta segunda forma en ocasiones excepcionales. Un ejemplo sería:

"No me gustaría pasar una situación tan vergonzosa" -> "A mí me pasa eso y entro en combustión espontánea".

Esperamos que este cursillo avanzado de bustareño os haya resultado didáctico.

RECETA: Arroz blanco con tomate

Es una receta similar a la de los espaguetis pero en este caso vamos a emplear arroz.
Uno de los secretos más importantes para estas recetas está en el tiempo de cocción.

Ingedientes (para 3 personas):
-Tres vasos de arroz Sainsbury´s
-Agua del grifo de Londres
-Tomate frito con especias especial para pasta Sainsbury´s gama "basics"
-Un chorrito de aceite de girasol Sainsbury´s
-Tres dientes de ajo Sainsbury´s

Preparación
1. Se llena una cacerola de agua del grifo (a ojo) y se pone a cocer a fuego rápido
2. Un poco antes de que el agua empiece a cocer se echan los tres basos de arroz y el chorrito de aceite. Es importante no echarle sal para darle el toque especial que esperamos.
3. Removemos todo esto un poco y se deja cocer mientras te vas unos minutos a hablar por Skype con Fátima (puede ser otra persona, da igual).
4. Pasados esos pocos minutos vuelves a remover el arroz y apañatelas para apagar el fuego.
Esto te permitirá que el arroz deje de cocer como debe durante el minutillo que tardas en volver a encender el fuego. Una vez que lo consigas no olvides dejarlo a fuego lento.
5. Prueba el arroz, seguramente le falten unos minutos más pero se a evaporado la mayoria del agua, por lo tanto añade un vaso o dos más y sube el fuego otra vez.
6. Cinco minutos después debería estar listo asique apaga el fuego y deja que repose unos minutos mientras vuelves a hablar por Skype.
7. Una vez termines (unos seis u ocho minutos), baja a la cocina y escurre el arroz con un escurridor y lavalo un poco con agua del grifo. Echa en la misma cacerola los tres dientes de ajo troceados y uno chorrito de aceite y refrie el ajo.
8. A continuación, echa todo el arroz en la cacerola con el ajo y el aceite y refrielo un poco.
9. Reparte el arroz en tres platos y añade tomate frito (debería quedar medio bote o menos por lo que al repartirlo quedará bastante blanco).
10. Ya tenemos el plato listo para tirar a la basura.

Nos tuvimos que apostar que quien menos comiese pagaba las cervezas de por la tarde y tuvo que pagar el Parkin o sea que es fácil hacerse una idea de como estaba el arroz. Su textura única producida por la técnica de cocción y su sosería debida a la ausencia de sal, hicieron de este plato uno de los peores que nos comamos nunca.

HACIENDO MEMORIA

Ya va siendo hora de poner esto un poco al día, que con la intensidad que han adquirido nuestras aventuras desde el pasado fin de semana nos ha sido imposible sentarnos a escribir.

Empecemos por destacar el partido que le estamos sacando a las clases de inglés, que además de mantenernos ocupados todas las mañanas, nos ha servido para comenzar a darle forma a nuestra vida social :D.

El viernes hicimos nuestra primera incursión a una discoteca en condiciones, y fue a una de esas que cuando pronuncias su nombre es imposible no pensar en esas típicas "Spanish Party".....Estuvimos en "PACHA" , tiene gracia que después de 24 años sea en Londres donde la pise por primera vez, en fin, el caso es que allí nos fuimos con la gente de la academia, y allí nos quedamos hasta las 6 de la mañana. Y como era de esperar, fue una noche productiva, ya que al dia siguiente, cuando aún andabamos con la cara pegada en la almohada, nos llamó una de las chicas con las que salimos para ofrecernos lo que sería nuestro primer trabajo en Londres :D : repartir flyers a la salida de una discoteca de 4:30 a 6:30 de la mañana, esa fue nuestra particular celebración de Halloween, pero eso sí, cobrando XD.......Se podría decir que este finde no hemos visto apenas la luz del sol, nos hemos convertido en seres nocturnos, y lo peor de todo, es que nos gusta.....
Hasta el dia de hoy hemos pasado todas las tardes vagando por Hyde Park, meditando sobre el cambio de rumbo que esta sufriendo esta expedición, porque nadie dijo que esto fuese a ser fácil, pero, ¿quien dijo que todo fuese a ser dificil?.......Esperemos que esto no se quede en un mero espejismo y realmente las aguas empiecen a calmarse........A por cierto, también dedicamos nuestro tiempo a tomar cervezas con nuestros classmates para eso de perfeccionar el ingles XD, no hay que olvidar el objetivo principal....

RECETA: Pollo al curry infinito

Esta receta es mucho más sencilla que los espaguetis vomitivos, pero no por ello menos asquerosa.

Ingredientes (para 3 personas):

- 3 latas de pollo al curry de la gama Basics del Sainsbury.

Preparación:

1. Echa el contenido de cada lata en un plato.

2. Caliéntalo en el microondas durante 10 minutos.

Ya tenemos nuestro plato preparado. Ahora intenta comértelo. ¿Has podido? Yo tampoco. Enhorabuena: has conseguido un plato al curry que podría durarte para toda la vida.

No, ahora en serio. Tíralo.

La próxima receta no tendrá ningún despercicio: Pelayo os contará como hacer un anti-fantástico arroz enjoy.

¡Salud!

Todo marcha bien

Cuando llevamos dos semanas de buscavidas en Londres, a uno le da por lanzar la mirada atrás, aunque sea sólo para ver ese camino que quedó atrás, y recordar que cada pisada que dimos, ya no la volveremos a dar.

A día de hoy, podría decir, todo marcha bien.

Hemos tenido bajas. Apenas superamos la mitad de los que comenzamos esta aventura. Nadie dijo que fuera a ser fácil, pero la realidad suele hablar en un idioma más fácil de entender de lo que el español es para nosotros, más universal que el inglés para el resto del mundo, y algo más duro que la palabra más dura que pueda pronunciarse en cualquier lengua.

Pero todo marcha bien.

Atrás quedan los compañeros caídos, las familias, los amigos, una ciudad, un pueblo, un hogar. Son dos semanas con sabor a dos meses. Atrás quedaron aquellos días donde, abrazados por nuestros seres queridos, todo parecía mucho más fácil; y, en su lugar, ahora son las dificultades las que forman parte de nuestro día a día.

Pero todo marcha bien.

Nos vamos acostumbrando a que nadie nos regale nada, a ser el resultado de nuestro propio esfuerzo, a construir nuestras vidas en una ciudad virgen a la que poco a poco damos forma con nuestras experiencias, moldeándola a medida que conocemos nuevas personas, nuevos lugares, y ese "algo" de nosotros que se empieza a desperezar, saludando la salida de un sol que apenas comenzamos a vislumbrar.

Todo marcha bien.

Cada palabra que escribimos somos un poco más maduros. Por cada bocanada de aire londinense vamos expulsando el aroma del viejo Madrid. Pero siempre queda ese algo, ese tirón de la tierra, esa sensación de que, con lo que estamos aprendiendo aquí, sería mucho más fácil triunfar en nuestro hogar. Que crecemos a pasos agigantados.

Y todo marcha bien.

Todo marcha bien porque, a pesar de todas las dificultades, permanecemos juntos. Marcha bien porque nuestras familias nos prepararon para superar cualquier obstáculo, porque nuestros amigos siempre estarán con nosotros, aunque no podamos verles. Marcha bien porque, sobre todo, marchamos por nuestro propio camino, dejando atrás ese extraño sendero que la vida nos había propuesto como el más fácil.

Todo marcha bien, en definitiva, porque marchamos, y no tenemos intención de parar.